sábado, 18 de septiembre de 2010

Primer Auto Híbrido Mexicano



¡Me he encontrado con esta maravillosa noticia! Aunque ya es de hace un tiempo, para conocer este incríble proyecto. En agosto del 2008 se dio a conocer la creación en la UNAM del primer auto hibrido mexicano, el Ecovía.

En ese año se creó el prototipo del primer vehículo compacto híbrido mexicano, el Ecovía, que funcionaría con hidrógeno, celdas de combustible y energía eléctrica, una maravilla que podría contribuir a reducir la contaminación en el aire.



Este compacto pero muy buen carrito busca apoyar algunos servicios que ofrece la Universidad a su comunidad y visitantes, como vigilancia, auxilio vial y médico, transporte y distribución. Es decir probablemente se podría buscar una alternativa para que pueda ser de uso común y así sustituir en un futuro no muy lejano probablemente a los coches comunes.



En su desarrollo participó un grupo de estudiantes y profesionales de diseño Industrial y Gráfico, de las ingenierías Mecatrónica, Mecánica y Electrónica, además de Administración. Dicho vehículo híbrido forma parte del macroproyecto “La Ciudad Universitaria y la Energía”, que depende del Posgrado en Diseño Industrial, con sede en la Facultad de Arquitectura, enmarcado en el Programa Transdisciplinario en Investigación y Desarrollo para Facultades y Escuelas.




Un dato muy importante y que vale destacar es que ésta es la primera universidad pública del país que cubrió totalmente los costos de un proyecto de este tipo, y que realmente no es algo barato, ya que el carrito tuvo un costo de cuatro millones de pesos, lo que representa un esfuerzo enorme para una universidad pública como la UNAM; pero aún así, si esa cantidad se compara con la de proyectos similares de otras partes del mundo, es la décima parte.

Además de compacto, ágil, con un desplazamiento fácil dentro de CU, el Ecovía es un 2 más 1: en la parte delantera puede transportar dos pasajeros; y en la posterior, diferentes accesorios. Y una de las cosas más interesantes es que en vez de llenarse con gasolina, los dos tanques se cargan con hidrógeno que, al entrar en contacto con las celdas de combustible, genera la energía eléctrica con que trabaja el motor.



Y por si queríamos algo más, este vehículo tiene otra gran ventaja, ya que cuando no está en movimiento, ¡la energía generada en las celdas de combustible se almacena en una batería para que pueda usarse posteriormente!. Cuando los tanques no contengan hidrógeno, ese aditamento podrá conectarse a una toma de corriente para recargarse.



El prototipo –que requirió de dos años de trabajo para su obtención– no generará ruido, ni emite bióxido ni monóxido de carbono, ni ningún otro tipo de contaminante. Por el escape sólo sale vapor de agua y calor. De esta manera, la UNAM hace una aportación muy importante para combatir el cambio climático.



El proyecto integra desarrollos propios: la carrocería y la estructura fueron hechas totalmente en la Universidad Nacional, y componentes importados: los tanques provienen de Inglaterra; la batería, de China; las celdas de combustible, de Estados Unidos, y los asientos, de Italia.



Y como era de esperarse y muy interesante, el diseño del Ecovía es una abstracción delicada de la figura de un puma, el símbolo de la UNAM. Los ojos del felino inspiraron los faros del frente; la parte posterior del cráneo y la cola del animal, la parte trasera del vehículo, y la imagen más agresiva de una secuencia de un ejemplar en salto, los laterales.
Este auto mide de largo de 3.40 a 3.50 metros; tiene 1.50 m de altura y 1.40 m de ancho; puede alcanzar 80 kilómetros por hora, tiene 300 km de autonomía con dos tanques de hidrógeno, y 70 km con la batería cargada.

Con este proyecto podemos darnos cuenta que tenemos mentes grandiosas en México y que somos tan capaces como en cualquier otro país para tener nuestra propia industria automotriz, sólo hace falta que nuestro gobierno deje de gastar tanto dinero en cosas innecesarias y en vez de eso, apoyar a estos maravillosos proyectos.

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